Punto medio

Hay musicalidad en el ambiente.
Cosas sintonizadas, armonicas, indoloras, que recubren los días y los vuelven algo esponjoso. Sentido es sobrevivir. Entonces vivamos. Cómo. Sentido es arrinconarse en una esquina para atestiguar el devenir y con ello abrir la interacción de un modo más primario. Qué es comer, dormir, sentirse seguro. Algo que abra algo adentro y despues de cientos de horas de extremos, atestiguar el nombre de Dios, asirlo. Allí donde esté latiendo algo tan vivo como la risa o el llanto o el apéndice recubriéndose de dolor. Qué importa. Estar vivo es estar adentro.

*

Intentarlo. No alcanzar el punto medio. Desconocer el sentido, cargarme de verbos. Latir a la par de cientos de hojas impresas, de palabras que hablan sobre el pasado y me convencen del sentido ajeno. Es un cliché, claro. Nunca crecí, nunca salí de esa burbuja de dolor en la que me sumergí para protegerme de mi madre y del mundo. Nunca pude escaparme del todo. No me amigo con mi historia y eso es lo que más me duele. Lo que no está en armonía, no amar mi historia ya no se si por lo que construí alrededor de ella, o por lo que es en sí. No hay fidelidad en mis recuerdos porque mi memoria es evasiva y gusta de narrar con inventiva los huecos que dejé al descubierto. Destapé rincones por los que se escaparon anécdotas, marcas. Pienso en antes y algo me susurra al pecho "acá", y no hay llanto pero sí congoja. Nunca paré de mirar adelante y nunca estuve acá realmente.

*

La perpetuidad del presente como recurso espiritual de desarraigo. Quisiera vivir algunos años en cada ciudad. Saber que no pertenezco a sitio alguno. Quisiera conocer los números sagrados.