Fue un intento
el de calmar el llanto.
La mujer de cara tensa los miraba horrorizada
llorar asi, a la vista
de todos nosotros;
¿cómo calmar
el horror de haber muerto
y aún seguir acá?
el llanto permanece
dentro
pensó una de ellas
de las sentadas
en medio de un hall empapado
de olor a pisos recien lavados.
Tres golpes al vidrio el linyera de la esquina los mira
desde arriba
y sonríe
hoy no tomó más de lo que las monedas le dieron alcance
y sonríe hablando
la muerte ya casi nos toca
pero venimos zafando.
Lloran y pude ver
a mi hija muerta en brazos de alguien.
Cómo el fin del sentido está
en la muerte de lo que se ama.
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