20/7/16

Rezar

Es lo mismo. Paradoja es una palabra sucia y hermosa. Es distinto en la medida en que se ha leído a Borges.  Pero es igual, es idéntico a sí.  No hay modo de huir de lo exacto. Está ahí pero no. ¿Cuál era la dirección indicada? Leo pájaros azules y aleteo sin control. La boca me late y es porque salivo al imaginar que anido en lo más alto de un árbol alto. Pero no soy azul, solo estoy flotando a media cuadra del subte y me descubro incapaz de respirar en profundidad. La banda sonora del día acorrala. No puede ser modificada. El gran plan es que no se note. Es lo mismo, el agua, el frío, ayer, la noche. Un abrazo. Es igual. La frente me late. Migraña, el reloj dejó de andar. Olvidaron sujetarle la pila el día de la compra. Ya no hay luz. No se si es de día o si es de noche. Si dirigir la palabra o encapsularla.  Cáncer verbal rojo, azul y pálido. Porque las palabras por decir no son tan fuertes, ¿o si? Quiero participar en una maratón y correr hasta que me duela. Quiero creer en algo. Solo cuando cierro los ojos y acaricio con tres yemas su piel tan despojada de las marcas del tiempo, puedo creer en Dios. Puedo entender por qué rezar.

No hay comentarios: