en el apócrifo silencio
de los que a penas
duermen
me espero
pestañea la otra
que soy
que espera
luego el silencio se apropia
el tiempo se
ausenta
resta sólo despertar de
la
vigilia
encontrar
las mujeres en mí
en mi mujer,
las mujeres
en mí.
2 comentarios:
Cuántos somos, cuánto somos...
vaya, ayer escribí algo sobre esto, y tanto tiempo sin pasar por aquí...
Las colisiones del azar
como esas mujeres que nos habitan
extrañas
pero tan próximas!
un abrazo
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