3/11/17

Pecho

En el sueño mi mano
te tocaba el pecho
la otra en el mío
había luz en cada
palma y el latido
acompasado
rimaba con los ojos
que ardían profundo en
los otros
te preguntaba ¿lo sentís?
Como si supieras decir
algo
y sonreías entendiendo
y sonreías un poco más
en tu pecho y el mío
inflamado de vodka y sol
sentíamos el latir de todo bebé
en todo rincón
los hijos del mundo latían
acompasados
hermanos
en nosotros estaba la luz
que iba a abrirle paso
que iba a hermanarse
para que respiren
para que descubran.
Entonces lo narré y fué
solamente
la restricción del puesto
la que objetivó el traslado.
No hay fondo
más hondo
que la falta
de sentido.
 

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