28/7/16

Un diario de un diario o como iniciarse en la historia

Un diario sobre los diarios. Desde que soy muy chica escribo neuróticamente, obsesivamente, en cada hoja disponible que he encontrado. Colmo cuadernos aun insuficientes con la desesperación de cada día. Guardé mails, cartas, notas, paréntesis, amores, terrores, intentos de suicidio y canales de supervivencia. Teléfonos, libros por comprar que nunca compré, citas, notas de estudio y llaves para abrir puertas que aún no encuentro. Escribí con ahogo porque así me salvaba. Escribí para desahogar la locura y así pude mantenerme cuerda. Escribí porque a veces no se puede salir de ahí, porque la única verdad es la de la palabra. Lo más cierto que se puede dar, cuando todo es máscara, es lo que una se dice a una misma en un papel, en cualquier papel.

Salvarme porque me elegí confidente.

Hoy me reencuentro de un modo otro con cada cuaderno, e intento reconstruir el pasaje de un lugar a otro, de una mentira a otra,de una verdad a la siguiente.  Hoy me tiembla el pulso al recordar porque la memoria no es una tarea que me haya sido especialmente encomendada. Recordar es arduo, y duele. Hoy afronto la historia con el afán de servirme salvación ante un pasado que es espina y árbol seco. Un abrazo puede ingresar más hondo, y entonces he de envolverme en mi carne, he de rodearme de mí para encontrar calor en mi permanencia.

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