20/6/16

Natalicio

Mañana cumplo 28 años. Soy de cancer desde hace un año, y confirmo que aún no he logrado ganarle la batalla al reloj. Ni siquiera tengo en claro lo que motiva la lucha. Supongo que el terror al devenir. Hacia después no hay frontera de liviandad mayor. Encuentro un libro de Foucault que no sabía que tenía. Siempre estuvo ahí, sin embargo está ahi desde hace sólo algunas horas. Abrirlo, olerlo, leer y que las piernas tiemblen porque algo se va a abrir. Entonces lo cierro, me afirmo no no, la puerta entreabierta está bien si está entre-abierta. Entre aca y allá hay un paso. No va a entrar, no va a salir. Nadie va a trabarla, igualmente, ¿a quién tercerizar la eliminación del terror?  Mañana cumplo 28 años y se que para leer algunas cosas tendría que estar más feliz. Esa palabra. La facilidad en el empleo de una palabra la vuelve tan liviana, tan sustituible. Tendría que ser mas feliz. La condicion de humanidad se restringe a los absolutos semánticos que podemos atribuirle. Ser el loco, el infeliz, el enfermo, el indicado, el amado, el rechazado. Vamos a morir con el titulo inscripto en la frente. Yo voy a tatuarme el filo para que no se me olvide que la puerta está entre-abierta, y que los pasos dentro de la habitación están, siempre, contabilizados. Mañana cumplo 28 años. En los paréntesis está la grieta, en la grieta está dios, en el filo está la boca que eligió callarse para nombrar algo un poco más cierto. Mañana celebro.

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