23/5/16

Diario 6

El intento por pensar un poco más. No son las siete de la mañana aun y llevo los ojos puestos desde antes de las cinco. Un dolor de piernas, una ansiedad no reconocida. Un mal viaje en cuestion de minutos hara al cuerpo rendirse ante el peso del tiempo. Lo indeterminado, que es la fluencia misma del devenir, ahoga en la medida que se lo reconoce. El terror ante mi falta de fe me vacía y me condiciona. Este tiempo de hojas amarillas, de viento que punza en la cien y el timpano, es el tiempo de guardarse la piel para responder en silencio al llamado. No estar es un modo de habitar. El intento por pensar y aun, todavia, no son las siete. Quiero soñar con el mar.

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