28/8/14

¿Cuánta soledad es posible resistir? Se enfrenta el cuerpo ante un reflejo. La exactitud invita a idolatrar la pena. Hay pena. Pero no siempre resulta ser esta la protagonista del relato. Cierto que los relatos se ven siempre empañados por los acontecimientos mas blandos de la vida. La angustia siempre compone, y relatar consiste en hallar la profundidad de la experiencia y nombrar el fondo, siempre el fondo del fondo. Yo no aleteo. En ello se mantuvo una mariposa posada en el dedo de mi amiga. Ella aprendió algo de las despedidas en una constante de alas estaticas por eleccion, nunca por capricho. La cabeza sigue latiendo. Cuestiono, es desde el amor donde es posible construir vida. Todo lo otro sólo puede devastar o componer relatos. Siempre eligiré vivir sobre la fina línea que separa mi cuerpo del transcurrir ajeno. Yo, amando, compondré el devastador relato del fondo experimentado. Yo, mi amor, y cualquier cancer que venceré en el acto poetico. Y daré vida, y amaré el fondo de los cuerpos amados; y elegiré llorar cada vez que llueva, y optaré por una fina lapicera negra cuyo trazo se parezca al de la fina línea sobre la cual me paro. Yo, contemplacion y la noche ajena a la que siempre habré de temer.

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