1/7/14

Pensabamos que se podía lograr. Que negociar con el conjunto humano iba a salvarnos de la soledad. Bajo las sabanas y la frazada y la almohada. Bajo la piel sabemos que seguimos ahi. Que no podemos escapar de lo que nace, de lo que es indudablemente. Permitime dudar. No hay posibilidad de arrancarse la piel, de sangrar sin testigos, de mirar una boca y desear besarla con tanto deseo que acabe ahogando. Pero después, darse cuenta cuánto tiempo hace que no besás, que no colmás tu saliva del jugo bucal, del aliento y la comida atascada de alguien a quien sentis amar. Amar. No es con el cuerpo, sino con la desposeción. Amar es poseer un cuerpo que late y comprender que la piel no requiere apropiarse del latido amado. Amar es querer que sonrías y que llores porque esta muy bien llorar y sonreir, y seguir. Etcetera.

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