30/12/09


Saberme en la cúpula del agobio
            aún así llueve en mí
por la boca del poema
            la proclama
desdichada elige la viajera el silencio.

Porque los ojos se ahogan
            no saben callar el cuerpo.

Es el cansancio de las noches venideras
la impaciencia por quebrar lo que resiste
en mí, algo resiste aún en mí.

Es la desdicha de querer dormir
            y no saber.


1 comentario:

Virginia Prieto dijo...

todos hemos tenido alguna vez esa desdicha y ojos ahogados en lágrimas pero vos lo describiste con una veracidad lacerante

precioso

beso grande y feliz año!