23/3/17

La identidad se forma y afirma en base a una superposición de mascaras que van naturalizando los gestos ajenos, apropiándose de lo heredado. El cuerpo es víctima de la imagen que nutre y dirige. El ser lo definen las formas materiales limitadas. En este cuerpo hay un cuerpo en desarrollo y ante la seformacion, la identidad se ve trastocada, las máscaras se confunden, y la herencia por la que supe renegar ya no es asiento de confianza. El yo que supe dirigir hacia un destino de definicion abierta, hoy se siente triste. Sentir un rincón vacio cuando el cuerpo está repleto de latidos. Sentir que las palabras son cosas que, como a la masa, podemos estirar, cortar, modificar hasta que dejen de ser lo que en origen eran. La identidad se afirma en la superposición de máscaras. La verdad es la idea de que existe una mascara última, un rostro cierto. Pero la verdad es una idea.

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